Dicen muchos que septiembre tiene mucho más de comienzo que enero. ¿Quizás el año debería empezar en septiembre? No lo sabemos pero, lo que sí tenemos claro es que los verdaderos propósitos empiezan ahora.
¿Qué propósitos puedes aplicar a tu empresa?
Hay un término en marketing que nos va a venir muy bien para establecer una paradoja e introducir los siguientes párrafos.
Lo que denominamos “Human Centric Marketing” es un concepto que se centra en dirigir los mensajes no al consumidor, sino a la persona. Una persona, con sus gustos y necesidades particulares, perteneciente a una determinada clase social, y con una manera propia de ver la vida.
Si solo pensamos en unos resultados que cumplan con los KPI’ s marcados, los clientes van a dejar de serlo para convertirse en meros medios que nos permitan alcanzar esos objetivos.
Entonces, ¿a dónde queremos llegar con esto? Pues a un único y solo propósito.
- Aplicar la filosofía Human Centric Marketing al funcionamiento de una empresa.
4 características de una empresa más humana
- Dale a cada cliente el tiempo y la atención que merece. Tu cliente ha confiado en ti por algo en concreto y por ello debes darle el trato que merece.
- No abarques más de lo que tu tiempo te permita. Haciendo referencia al punto anterior, abarcar más clientes para obtener un mayor beneficio solo tendrá consecuencias negativas. Restarás tiempo a cada uno de ellos, dejando atrás ese trato personalizado y dando así como resultado un servicio de menor calidad.
- Sé productivo, pero no te agobies. No vivas en un constante “tengo que llegar”. Las personas tenemos vida más allá del ámbito laboral y en ocasiones surgen situaciones que no nos permiten llegar a todo. Y no, ¡no está mal!
- Genera confianza a tus clientes. Establece relaciones más de tú a tú, sé empático y demuestra tu lado más humano y real.
¿Cómo puedo aplicarlo?
Si piensas que es más fácil aplicar esta filosofía o que te va a generar menos trabajo que cualquier otra mas orientada a obtener objetivos económicos que involucre a más clientes, sentimos decirte que te equivocas.
Sí, puedes tener menos clientes pero no menos trabajo. Para poder ofrecerles ese trato personalizado vas a tener que entrar en su mente, estudiarlos al 100% y conocer todas sus fortalezas y debilidades.
Vas a tener que crear lo que se denomina un “buyer persona” con sus características propias, únicas e inigualables. Es un trabajo minucioso y que requiere tiempo, pero una vez que lo hagas te va a dar unos resultados con los que tu empresa se va a ver totalmente beneficiada.
En El Ático Marketing ya aplicamos esta filosofía cuidando a nuestros clientes con mimo y dedicación (aunque no nos lo ponen muy difícil). Tu negocio es como una planta, debes regarlo día a día para que crezca 😉
¿Qué decís entonces? ¿Damos la bienvenida a septiembre y nos ponemos manos a la obra con los propósitos de “año nuevo”?